Enviado por Juan Mari a través de Google Reader:
El pasado mes de agosto, Sony presentó dos nuevas compactas que incorporaban el sensor Exmor R, la DSC-WX1 y la DSC-TX1, que ya analizamos. Junto a estas dos compactas, la marca japonesa lanzó Party-shot, un nuevo gadget, bastante curioso y novedoso, que acoplado a alguna de las dos cámaras mencionadas, se convierte en una especie de fotógrafo personal. Pues bien, gracias a la amabilidad de Sony, hemos tenido la oportunidad de conocer de primera mano y probar este ingenioso aparato, que extiende el concepto de fotografía con cámara compactas digitales.
El Sony Party-shot es un pequeño accesorio, una especie de robot inteligente al que se le puede acoplar la WX1 o la TX1 y con su automatismo, rastrea su alrededor, busca a las personas próximas y realiza fotografías con la adecuada composición, detectando rostros y sonrisas. Maneja la cámara, moviendo el zoom como requiera y disparando el flash si fuese necesario.
No deja de ser ingenioso y, a primera vista, es realmente pequeño. Una base metálica y semiesférica con pocos botones y un conector donde acoplar la cámara. Según el modelo se cambia la placa de conexión y una vez encendido el Party-shot y la cámara, podemos acceder a un menú para controlar ciertos parámetros.
La esencia del Party-shot no es otra que la de sustituir al fotógrafo en reuniones de familiares y amigos, para que el sufrido voluntario, no quede fuera de las fotos. También sirve para que no se tomen fotos posando, puesto que con todas las cámaras podemos programar el disparador retardado y da tiempo a que el fotógrafo se coloque en escena. Esto da como lugar imágenes no siempre espontáneas. Con el Party-shot, según se especifican en sus funciones, se puede colocar en una mesa o soporte (incluso en un trípode) y con su funcionamiento sencillo, se puede dejar trabajar sólo mientras mantenemos una agradable velada. El Party-shot dispará cuantas fotos le programemos y siempre buscará el mejor encuadre, localizando a los sujetos en la escena y detectando sonrisas.
Es capaz de desplazarse en un ángulo de hasta 360º, se inclina y gracias al manejo automático del zoom de la cámara lo cierto es que abarca un espacio amplio para encontrar a los sujetos que fotografiar.
Dependiendo de las condiciones de luz y el movimiento de los sujetos el Party-shot resulta más o menos efectivo. Y es que cuando la luz es variable o nuestros fotografiados se mueven demasiado, el Party-shot parece volverse loco buscando el encuadre e intentando detectar los rostros. Pero eso es poniéndolo a prueba en circunstancias complicadas. Si lo colocamos en una mesa mientras se charla entre amigos o familia, el Party-shot encuentra fácilmente las caras y las encuadra adecuadamente.
También posee, opcionalmente, la posibilidad de conectarlo a través de la salida de vídeo a un televisor, así como una conexión para la toma de corriente. Pero si queremos que sea inalámbrico, le colocamos dos pilas y lo podemos llevar donde queramos.
A priori, parece un accesorio no demasiado útil, pero cuando lo utilizas se puede comprobar cómo realmente cumple correctamente su cometido y consigue que, el sufrido fotógrafo del grupo, que habitualmente se sacrifica para tomar las imágenes del resto sin poder aparecer en ellas, pueda relajarse y dejar que Party-shot trabaje solo.
Como principal pega se le puede poner que queda muy limitado a este tipo de fotografías: reuniones de amigos, fiestas familiares (lo he probado con mis peques mientras jugábamos juntos),... un gadget fotográfico para fotografías sociales con pocas posibilidades más aunque efectivo para lo que está concebido.
El Party-shot junto la WX1 y TX1 (la he probado con ambas, siendo la TX1 más manejable por su pantalla táctil) nos permite ajustar el ángulo de giro (sin límite, 180º y 90º), la frecuencia de toma (más o menos cantidad de fotografías durante la sesión) y ajustar el flash (automático o desactivado). Pocas funciones, pero no requiere más en pos de su sencillez de uso y funcionamiento.
Actúa con independencia y si decidimos intervenir para moverlo o intentar girarlo, se detiene enseguida, para continuar cuando lo dejemos "tranquilo".
Lamentablemente, aunque entiendo que aumentaría la dificultad de su automatismo, no puede grabar vídeo ni las excelentes panorámicas que permiten ambas compactas de Sony (lo cual sería muy interesante y aumentaría sus posibilidades). También sería deseable que se pudiera acoplar a otros modelos de Cyber-shot, para ampliar el espectro de público que podría utilizarlo.
Otras de las características del Sony Party-shot (Sony IPT-DS1) son:
- peso aproximado de 300 g
- requiere 2 pilas tipo AA
- opcionalmente se puede usar una fuente de alimentación externa (AC-LS5K/AC-LS5)
- conexión a TV opcional con un cable AV VMC-20FR.
Tiene una autonomía aceptable, teniendo en cuenta el tipo de baterías que se usen, y su pequeño tamaño hace que se pueda transportar fácilmente. Su precio ronda los 150 euros. ¿Lo recomendaría? Pues para los más aficionados a los gadgets curiosos quizás sí, aunque tiene que ser alguien que con frecuencia haga fotografias en reuniones y fiestas para poder amortizarlo.
Aquí un breve ejemplo del Party-shot en acción:
Sony Party-shot, por Xataka Foto from Jesús León on Vimeo.
Ve el video en el sitio original.
Y aquí la promo oficial del mismo:
Más información | Sony
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