Las ciudades han sido desde siempre uno de los temas recurrentes en la fotografía. El paisaje urbano ofrece tantas posibilidades y oportunidades que se convierte en un recurso casi infinito. Sin duda es muy atractivo poder captar la esencia de una ciudad, también de su vida, de su evolución, de sus lugares emblemáticos, pero también de sus lugares degradados, de su arquitectura, de paisajes humanos llenos de vida cotidiana…
Y precisamente por ser un motivo con tanto potencial no siempre resulta fácil lograr buenas fotografías de paisajes urbanos. Asimismo, debemos tener en cuenta que perteneciendo al género del paisaje, tomar instantáneas dentro de una ciudad tiene sus particularidades y definir la fotografía urbana no es sencillo. Vamos a centrarnos en los paisajes en exclusiva y repasar algunos puntos esenciales para que consigamos mejorar nuestras capturas de paisajes urbanos y logremos inspiración para afrontarlas.
Elige bien un motivo y sácale partido
Como señalamos, el paisaje urbano ofrece tantas posibilidades que disparar a casi todo o intentar encontrar buenos escenarios sin un criterio establecido se puede convertir en una tarea complicada e incluso frustrante. Por ello, mejor nos podemos fijar un motivo único y sacarle el máximo partido. Fijarnos en las puertas, en pequeñas fachadas, en el transporte, en lugares abandonados, en la singularidad de la arquitectura (ya sea clásica o contemporánea), en carteles, pintadas, señales y letreros (que dan mucho juego) o simplemente centrarnos en esos pequeños detalles que definen la idiosincrasia de una ciudad o un barrio o simplemente la de la vida urbana. Por supuesto, no podemos obviar las panorámicas, muy apropiadas en este tipo de paisaje.
La idea es intentar reducir nuestro foco en un sólo punto, eliminar el resto para que no nos distraiga o nos abrume y pasear por la ciudad con ese único motivo como objetivo principal. Con el tiempo encontraremos que no resulta tan complicado y puede darnos mucho campo de explorar. Intentemos sacar el máximo partido al motivo que elijamos y encontremos todas sus posibilidades con una observación minuciosa y explorando formas de afrontarla.
Elige bien la hora del día
Es fundamental para toda fotografía de paisajes, y es que la ciudad puede ofrecer estampas completamente diferentes según la hora. Por ejemplo, si queremos capturar calles tranquilas donde poder centrarnos en su esencia, el amanecer es un buen momento. Cuando la ciudad despierta, las calles ofrecen una luz cálida (en días despejados) y esa tranquilidad latente permite capturar las calles, las estaciones, los cruces o los parques con momentos únicos.
Pero no desestimemos horas punta en días soleados, en lugares concurridos donde poder capturar el ritmo y el latir de la ciudad. Siendo buenos observadores y con paciencia (incluso jugando con la velocidad de obturación) podemos lograr buenas instantáneas y la fuerte luz nos permite jugar con los contrastes.
En el lado opuesto, podemos encontrar muchos motivos idóneos en horas nocturnas. Y no desestimemos esos días grises, ideales para subrayar el carácter urbano, la lluvia o incluso la nieve que ofrecen momentos únicos y muy fotogénicos en cualquier rincón de la ciudad.
Busca la originalidad, huye de los tópicos
Una buena manera de lograr instantáneas originales de ciudades muy conocidas y fotografiadas es husmear por rincones menos conocidos, por esas calles menos típicas. Aprovechemos para olvidarnos del centro histórico o de las zonas más populares y exploremos otros barrios, suburbios e intentemos encontrar también ahí paisajes y motivos recurrentes. Ayudémonos de un mapa, tracemos varias rutas y no nos olvidemos de abrir bien los ojos. No se trata de ir disparando a todo. Mejor observar detenidamente, con paciencia y desestimando los lugares complicados de sacarles partido.
Asimismo, no nos olvidemos de jugar con las perspectivas, con los contrastes y con la composición. Aprovechemos para tomar más fotos verticales y también intentemos cambiar el punto de vista. La idea es potenciar la originalidad, jugar con los recursos y así descubrir más posibilidades.
Y también debemos tener en cuenta si decidimos incluir o no a las personas. Pensemos antes si su aparición es relevante, si aporta interés a nuestro motivo o simplemente están ahí y quizás no nos ayuden en la composición. Si realmente sólo distraen, mejor que los obviemos (busquemos otro momento más tranquilo o seamos pacientes hasta que no tengamos a nadie, aunque dependerá del lugar).
En conclusión, como se puede comprobar no hemos tratado el apartado técnico, porque en el fondo podemos lograr buenas imágenes con cualquier cámara. Los parámetros a tener en cuenta o el objetivo con el que disparar siempre dependerán de nuestro equipo y de lo que queramos conseguir. Pero nunca debería ser un impedimento para desarrollar la fotografía en general y los paisajes urbanos en particular. Espero que estos sencillos consejos os sirvan para animaros a tomar fotografías de paisajes urbanos. Que no por ser un campo tan amplio o tan habitual deja de tener atractivo fotográfico.
Fotos | Ben Fredericson, mugley, mamnaimie y Señor Codo