Enviado por Juanmari a través de Google Reader:
Esta mañana, leyendo la prensa digital, me he cruzado con un artículo en forma de vídeo que hablaba de un fotógrafo ciego llamado Civan Ilci, inmediatamente he sentido la imperiosa necesidad de saber más sobre él y su obra, presa de esa curiosidad que me persigue allí donde voy pero mi intención se ha visto frenada por el afán recaudador del medio, de cuyo nombre no quiero acordarme. Miedo me da pensar el motivo por el que se nos bombardea con guerras, violencia gratuita y deporte pero para la cultura se debe pasar por caja.
Afortunadamente y tras la frustración inicial he recordado que un día leí sobre otro fotógrafo ciego e incluso tenía un esbozo de su nombre en la cabeza. Internet y sus buscadores han hecho el resto, Evgen Bavcar era el fotógrafo ciego al que buscaba.
Es lógico que la incredulidad sea lo primero que nos ronde por la cabeza cuando oímos hablar de un fotógrafo ciego porque ¿cómo encuadra y compone? ¿cómo juega con la luz de la escena?. Sinceramente no lo se, pero ¿no compuso Beethoven la Novena Sinfonía cuando la sordera se había apoderado de él hasta el punto de que vio en el suicidio la única solución?. Entre los numerosos artículos que hablan de la vida y obra de Evgen recomiendo uno en el que leí una sentencia conmovedora que lo describe a la perfección:
No ve porque es ciego pero mira porque es fotógrafo
Evgen se sirve de la fotografía analógica quizá porque resulta más asequible para quien padece problemas visuales. En el mundo analógico, por ejemplo, las palas de la apertura del objetivo son fáciles de controlar mientras que en el mundo digital los anillos giran indefinidamente y a veces hay que hacer uso de combinaciones de botones. Supongo que la industria debería pensar un poco más en estas cosas y ofrecer controles hablados. De nuestro fotógrafo podemos decir que es esloveno, que la ceguera le fue sobrevenida por sendos accidentes a la temprana edad de 12 años y que no se entregó a la fotografía hasta despedirse por completo de la luz.
De su obra prefiero no decir nada, prefiero dejaros que la observéis detenidamente e intentéis comprenderla, os encontraréis por ejemplo con fotografías de larga exposición que parecen pintadas con luz porque como él mismo dice sus ojos están en el extremo de sus dedos, sus manos recorren la escena, a veces con una linterna, de manera que mientras observa, está pintando con luz. Espero que os guste el trabajo de este auténtico artista y genio, por méritos propios, de la fotografía, al menos tanto como el trabajo de Pete Eckert.
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